martes, 8 de julio de 2008



1.7


el sonido de su tacones altos la anunciaban en la oficina...

Regia de pies a cabeza, traje de Calvin Klein, corte sastre, cartera y zapatos a juego, imagen de modelo, ver a Debora Cass, hacer su entrada habitual a la empresa era para la mayoría un espectáculo y para algunas pocas un ataque matutino de envidia.

Algo vibraba en su cartera, con una mano revolvió el fondo de esta, mientras con la otra magistralmente se retiraba las gafas de la cara...para terminar de hacer su entrada, sacudió su pelo levemente, su melena rubio avellana. Miro su escote, todo estaba en su sitio, al menos por fuera saber que tendría que verle la cara a Daniel a primera hora no le arrojaba mucha luz a su día.


Indico todo a su secretaria, la señorita Alicia, esta ultima era la única persona después de Daniel en la que confiaba dentro de la empresa, la jovencita falta de experiencia  le recordaba a ella misma cuando empezó; emitió memorándum  grito a algunos empleados, redacto su informe y partió hacia al junta que arruinaría aquel hermoso amanecer, aunque desde temprano ya había tenido rachas de mala suerte.

Estaba media hora a su favor, con suerte podría encontrar a Daniel solo y reclamarle por haberle dejado sola a mitad de la madrugada. Pero jamas imagino lo que encontraría allí, al llegar a la sala de juntas escucho un juego de gemidos.poso su mano sobre el cristal de la sala de juntas, lo vio, la enseñoreaba  como ella sabia que el solo podía hacerlo, hundía sus manos en su carne, la hacia retorcerse de placer, ella batía el pelo a causa de su emoción no podía concebirlo, no podía con todo el riesgo que esto conllevaba .pero sabia que no era la única amante de su jefe sabia que era una especie de enviciado con el sexo femenino, como todo hombre de poder lo es para saciar su ego y sus ansias de poseerlo todo, .pero esto no lo permitiría.  Pero no podía desplegar ira tenia que serenarse no demostrar sentimientos se quedo allí  pegada al cristal, la rabia corría en lugar de sangre. Pero no había conseguido su puesto de gratis nadie mas subiría con sus propios pasos pensó y pensó...

Luego de que viera como ambos terminaban y se despidieran y la nueva muñeca de Daniel saliera por la puerta contraria a la que ella estaba cerca, corrió a la oficina de Daniel tenia que encontrar la hoja de vida de esta joven, sabia que la había visto en los departamentos del primer piso...sabia que no era de importancia...pero ella también un día fue una simple oficinista..y hoy cinco años después era la vicepresidenta comercial de la empresa.

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