jueves, 19 de junio de 2008


1.3



-mmm,.me encanta el sabor de tus labios- le repetía a los oídos..

La empujo suavemente contra al pared, le tomo el mentón con una mano, mientras con la otra sujetaba su cintura,  su respiración, igual a mil corceles al tropel, su aroma a macho, su mirar deseoso de probar,  ella extendió sus brazos y cedió a la insinuación.

El introdujo su lengua suavemente, ella se logro posicionar entre sus músculos  se sentia  cubierta de el, protegida, el la saboreaba completa, la olía  la lamia, retozaba entre sus curvas, la hacia sentirse mujer, sentirse fiera, ella lo arrojo a la cama, se sentó sobre su ingle, lo sintió, virilidad pura, en su mas alta expresión  lo miro fijamente y le  retiro la ropa entre besos y arrebatos.

En su descenso  saboreo su abdomen cuadriculado, sus suaves vellos, por dios este hombre olía colonia por doquier, al llegar a al hebilla se incorporo, se puso de pie y demando: desnudarme...

la temperatura, subió, los ánimos se caldearon, sudor y placer al unismo, el la hizo suya..como pocos hombres lo habían hecho...

A la mañana siguiente el no estaba, solo una carta en su mesita de noche con un solo mensaje:

Te amo pero debo de regresar a casa. . percibió el olor a perfume aun le chocaba el hecho de que ese olor la incentivara en las noches y en las mananas mágicamente a su despedida, lo odiara,  tenia que tenerlo solo para ella.

Ella no era Deborah Cass solo por serlo, como el diablo no es diablo por diablo si no por viejo...!!

Debía de llevar su plan a cabo,  un plan como otras tantas veces, pero esta vez  había un factor que en las otras no, lo amaba,  acerco su nariz al sobre de nuevo, odiándolo o no, una fragancia francesa masculina siempre hacia florecer ideas en su cabeza.




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